En el proceso de coaching se combinan una serie de elementos que son fundamentales en la obtención de los objetivos previstos inicialmente. Por supuesto hay muchos más que podríamos detallar pero vamos a fijarnos en los más destacados:
– Generar un clima de confianza donde la escucha activa sea instrumento diferenciador.
– Comprometernos mutuamente supone una alianza entre los dos agentes que intervienen, coach y coachee, y por tanto asegura fluidez a lo largo del camino a recorrer.
– Honestidad y sencillez van a garantizar confianza y motivación.
– Facilitar el proceso para aumentar el nivel de conciencia del coachee a través de preguntas clave.
– Barajar el mayor número de posibilidades por parte del coach no solo va a asegurar un desarrollo rico y diverso, sino que también facilitará el trabajo del coachee a la hora de establecer un plan de acción concreto.
Un proceso que procura enriquecer el modelo y mapa mental del coachee, incrementando su nivel de conciencia a la vez que su confianza para facilitarle el paso a la acción, que el mismo elija.