¿Sabemos apreciar la riqueza de nuestra vida? ¿Somos conscientes de la cantidad de sucesos que han ocurrido para que estuviéramos aquí? La vida esta infravalorada.
Cuando hablamos de la familia, hablamos de nuestras raíces aunque ¿a que nos referimos realmente? ¿porque hay este enraizamiento tan potente?
Los genes de nuestra conexión familiar han sobrevivido, nuestros antepasados han traspasado su herencia genética a lo largo de los tiempos. Formamos parte de un tejido entrelazado a lo largo del tiempo y de la historia de los hombres.
Somos SUPERVIVIENTES y no lo valoramos lo suficiente.
Hoy comparto con vosotros un fragmento de Jostein Gaarder, escritor noruego, que nos habla de este tema:
«La posibilidad de que ninguno de tus antepasados muriera de niño, era una contra miles de millones (…). Porque no se trata únicamente de la peste negra, ¿sabes?, sino que, además, todos tus antepasados se hicieron mayores y tuvieron hijos, incluso durante las peores catástrofes naturales, e incluso en tiempos en que la tasa de mortalidad infantil era muy alta. Naturalmente, muchos padecerían alguna enfermedad, pero siempre se recuperaron. En ese sentido, has estado a un paso de la muerte cien mil millones de veces (…). Cada vez que han volado flechas por los aires, tus posibilidades de nacer han estado bajo mínimos. ¡Y , sin embargo, aquí estás, bajo el cielo, hablando conmigo! ¿Lo entiendes?»
Jostein Gaarder. (El misterio del solitario)