No soy un hombre que sabe. He sido un hombre que busca y lo soy aún, pero no busco ya en las estrellas ni en los libros: comienzo a escuchar las enseñanzas que mi sangre murmura en mí. Mi historia no es agradable, no es suave y armoniosa como las historias inventadas, sabe a insensatez y confusión, a locura y a sueño, como la vida de todos los hombres que no quieren mentirse más a si mismos.
La vida de todo hombre es un camino hacia sí mismo, la tentativa de un camino, la huella de un sendero. Ningún hombre ha sido nunca por completo el mismo; pero todos aspiran a llegar a serlo, oscuramente unos, más claramente otros, cada uno como puede.
Cada uno es un impulso de la naturaleza hacia el hombre.
Podemos comprendernos unos a otros, pero sólo a sí mismo puede interpretarse cada uno.
Hermann Hesse