La palabra otoño deriva del latín: autumnus, y ésta a su vez de la composición de: auctus y annus (año), etimológicamente otoño viene a ser «la plenitud del año». Es el momento de disfrutar de la gama de colores amarillos y ocres en el bosque, de la caída de la hoja del árbol.
Como no podía ser de otra manera, ayer en el bosque disfrutamos de una nueva experiencia de terapia forestal pausada y relajada. Observamos los colores y formas del bosque, escuchamos y sentimos el rumor del viento en nuestra piel, pudimos disfrutar del aroma a tierra mojada, acariciar el musgo en las piedras, estar en el mundo más que humano.
Al llegar el momento de nuestra ceremonia del té, compartí un maravilloso poema de mi amiga Paloma Espartero que nos conectó con el momento presente.
Gracias Paloma, tus letras nos inspiraron en el cierre del paseo, nos conectaron al mundo y nos ayudaron a traspasar el umbral de conexión. El mundo imperceptible que tu poema visualiza nos aportó infinitos matices y sentidos que sumar a la experiencia.
Un cielo sólido
se alza
sobre nuestro miedo
en el márgen
una línea de huída
sin uso
ser en lo que somos
relato
vértigo
aceptar la amenaza
y su tránsito