Últimamente escucho a muchas personas de mi alrededor percibir la vida en términos de trabajo y de rendimiento, parece que «el no hacer nada» viene siendo algo malo que hay que remediar rápidamente.
Me preocupa como la actividad absorbe todos los momentos del día dejando poco lugar para el tiempo libre. Parece que hemos olvidado las ventajas que este tiempo libre nos aporta, el silencio, la exploración, la observación de la belleza,sin ruido ni estímulos constantes.
El silencio particularmente me resulta reparador en un mundo donde es obligado comunicarse a todas horas ¿qué ocurre si no tengo nada que decir que merezca la pena? a veces necesitamos tiempo para pensar y esto no puede darse en la obligación de hacer y menos en la inmediatez.
Quizá por eso he vuelto a leer más poesía que antes, cuando la obligación de producir se apodera del lenguaje se convierte en algo superficial, poco profundo y con demasiada información que asimilar.
Y nuestro vínculo con el mundo natural también está determinado por la acción, vas a la montaña a «hacer algo» no a simplemente «estar». Por eso en los últimos meses he retomado mis baños de bosque. He comenzado de nuevo a «cuidarme» y a nutrirme de la tierra.
La naturaleza resulta reparadora, revisar nuestro vínculo con ella es fundamental. La naturaleza está libre de utilidad y su rasgo esencial es «no hacer nada». Su auténtico lenguaje es desplegar su belleza y sensibilidad a través de todos los seres que la habitan. No es necesario comprender nada, sólo vivirlo.
Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como un buscador.
Un buscador es alguien que busca, no necesariamente alguien que encuentra. Tampoco es alguien que, necesariamente sabe qué es lo que está buscando, es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.
Un día, el buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. El había aprendido a hacer caso riguroso a estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió.
Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó, a lo lejos, Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó mucho la atención.Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores; la rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada.Una portezuela de bronce lo invita a entrar. De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles.
Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor. Sus ojos eran los de un buscador, y quizás por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción…Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lápida.
Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar. Mirando a su alrededor el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla, decía: Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas.
El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra, una tumba. Una por una, empezó a leer las lápidas. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.
Pero lo que lo conectó con el espanto, fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los 11 años… Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio, pasaba por ahí y se acercó. Lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
– No, ningún familiar dijo el buscador. – ¿Qué pasa con este pueblo? – ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? – ¿Porqué tantos niños muertos enterrados en este lugar? – ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente? – ¿Qué los ha obligado a construir un cementerio de chicos?
El anciano se sonrió y dijo: – Puede Ud. serenarse. – No hay tal maldición. – Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. – Le contaré.
Cuando un joven cumple quince años sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del cuello. Y es tradición entre nosotros que a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: A la izquierda, qué fue lo disfrutado y a la derecha, cuánto tiempo duró el gozo. Así vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos. Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre, abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba, porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.
Os comparto hoy una bella poesía donde el autor a través de las palabras expresa sus sentimientos y afectos. Unas líneas que nos invitan a reflexionar y mirarnos de manera profunda, con atención, en silencio y conectados al corazón.
Desde los afectos
¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?
Que uno tiene que buscarlo y dárselo. Que nadie establece normas, salvo la vida. Que la vida sin ciertas normas pierde formas. Que la forma no se pierde con abrirnos. Que abrirnos no es amar indiscriminadamente. Que no está prohibido amar. Que también se puede odiar. Que la agresión porque sí, hiere mucho. Que las heridas se cierran. Que las puertas no deben cerrarse. Que la mayor puerta es el afecto. Que los afectos, nos definen. Que definirse no es remar contra la corriente. Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja. Que negar palabras, es abrir distancias. Que encontrarse es muy hermoso. Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida. Que la vida parte del sexo. Que el por qué de los niños, tiene su por qué. Que querer saber de alguien, no es sólo curiosidad. Que saber todo de todos, es curiosidad malsana. Que nunca está de más agradecer. Que autodeterminación no es hacer las cosas solo. Que nadie quiere estar solo. Que para no estar solo hay que dar. Que para dar, debemos recibir antes. Que para que nos den también hay que saber pedir. Que saber pedir no es regalarse. Que regalarse en definitiva no es quererse. Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos. Que para que alguien sea, hay que ayudarlo. Que ayudar es poder alentar y apoyar. Que adular no es apoyar. Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara. Que las cosas cara a cara son honestas. Que nadie es honesto porque no robe. Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo. Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte. Que se puede estar muerto en vida. Que se siente con el cuerpo y la mente. Que con los oídos se escucha. Que cuesta ser sensible y no herirse. Que herirse no es desangrarse. Que para no ser heridos levantamos muros. Que sería mejor construir puentes. Que sobre ellos se van a la otra orilla y nadie vuelve. Que volver no implica retroceder. Que retroceder también puede ser avanzar. Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol. ¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?
Ultimamente vaya donde vaya noto que casi todas las personas con las que coincido están muy preocupadas. Preocupadas por alcanzar la felicidad, preocupadas por no perder el tiempo, preocupadas por no vivir para siempre. Desesperanza, angustia, decepción, enfado generados en este mundo moderno donde además los medios de comunicación se centran en los desastres, los sucesos negativos y la violencia. Esto nos produce una sensación permanente de que el mundo que nos rodea es complicado, peligroso, poco amable, que no abunda el perdón o la comprensión.
Inmersos en esta espiral cada vez más personas son propensas a sufrir ansiedad. La ansiedad forma parte de este estilo de vida que todos podemos cambiar escapando de su influencia.
Desde mi experiencia os comparto estrategias que a mi me funcionan:
Encontrar un momento para nosotros mismos en estas vidas tan ocupadas y frenéticas es importante. Tomate al menos 10 minutos al dia para ti. Para relajarte, escuchar musica, desconectar de la prisa.
Cambia de perspectiva para mirar tu vida, enfócate a la calma. Valora lo que tienes, agradece. Pon el foco en ello y olvídate de lo que te falta.
Elige las noticias y medios de comunicación que lees y ves y también el tiempo que destinas a ello. En su lugar recreate en noticias buenas y positivas que las hay.
Practica la solidaridad a través de la ternura, acompaña o cuida amorosamente a los demás. Hay muchas formas de hacerlo una es el voluntariado.
Escucha música que te genere otro estado de ánimo. A mi me encanta escuchar música clásica por ejemplo.
Si tienes oportunidad sal a un parque cercano y disfruta de un paseo de 5 minutos, la naturaleza es básica para nuestro bienestar.
Me encantará saber si alguna te va bien y consigue conéctarte a la serenidad como a mi me ocurre cuando las llevo a la práctica.
Hoy os comparto la historia de una ostra que descubrió un día que un grano de arena se había alojado en el interior de su concha. Aunque era uno solo, le causaba mucho dolor, porque las ostras, a pesar de ser organismos muy sencillos, también tienen sentimientos.
¿Se quejó acaso aquella ostra del cruel destino que la condujo a su lamentable situación? ¿Maldijo al gobierno que lo había permitido? ¿Sostuvo que el mar tenía la obligación de protegerla? ¿Se sintió ofendida con las mareas por arrojarle la arena?
-No- se dijo la ostra dentro de su concha-. Puesto que no puedo sacar el grano de arena, trataré de mejorarlo.
Así pasaron los años y la ostra llegó a su destino final. En este caso llegó a manos de un pescador. El grano de arena, que tanto la había hecho sufrir, se había convertido en una hermosísima perla de brillo esplendoroso.
Ante la vida somos libres para elegir nuestras respuestas y responsables de sus consecuencias.
En el ámbito educativo las tasas de agotamiento suelen ser muy altas, ahora que comenzamos el curso es un buen momento para plantearnos acciones de autocuidado para prevenir este desgaste y cansancio, aquí os comparto las que a mi me suelen funcionar, estaré encantada si compartis las vuestras y así nos apoyamos mutuamente en esta comunidad.
El cuidado personal es clave y para lograr el bienestar deseado es importante estar descansado, llevarse trabajo a casa no es una óptima decisión. Un equilibrio entre la vida laboral y personal nos aportará serenidad.
Presencia en lo que estoy haciendo sería otra acción a poner en práctica, en ocasiones hacemos muchas cosas a la vez sin tener atención plena en ninguna, incluso lo hacemos con las personas que están a nuestro alrededor manteniendo diversas conversaciones en simultáneo, ya sea por correo electrónico, whatshapp, etc. Es importante dedicar tiempo de calidad a las relaciones con las personas.
Aprender a manejar lo que sentimos, nuestras emociones también es una acción de autocuidado ya que nos ayuda a desarrollar habilidades necesarias para la convivencia con personas diversas con opiniones diversas y acciones diversas, además de favorecer la puesta en marcha de nuestros propios límites.
¿Qué otros recursos se pueden poner en práctica? os animo a compartirlos. Estaré atenta a vuestros comentarios.
Hoy os comparto unas bellas palabras que siendo sencillas a veces no resultan fáciles de gestionar e integrar.
Deja ir a la gente que no está lista para amarte. Esto es lo más difícil que tendrás que hacer en tu vida y también será lo más importante. Deja de tener conversaciones difíciles con personas que no quieren cambiar. Deja de aparecer para las personas que no tienen interés en tu presencia. Sé que tu instinto es hacer todo lo posible para ganar el aprecio de los que te rodean, pero es un impulso que roba tu tiempo, energía, salud mental y física. Cuando empiezas a luchar por una vida con alegría, interés y compromiso, no todo el mundo estará listo para seguirte a ese lugar. Eso no significa que tengas que cambiar lo que eres, significa que debes dejar ir a las personas que no están listas para acompañarte. Si eres excluid@, insultad@, olvidad@ o ignorad@ por las personas a las que les regalas tu tiempo, no te haces un favor al seguir ofreciéndoles tu energía y tu vida. La verdad es que no eres para todo el mundo y no todos son para ti. Esto es lo que hace tan especial cuando encuentras a personas con las que tienes amistad o amor correspondido. Sabrás lo precioso que es porque has experimentado lo que no lo es. Hay miles de millones de personas en este planeta y muchas de ellas las vas a encontrar a tu nivel de interés y compromiso. Tal vez si dejas de aparecer, no te busquen. Tal vez si dejas de intentarlo, la relación termine. Tal vez si dejas de enviar mensajes, tu teléfono permanecerá oscuro durante semanas. Eso no significa que arruinaste la relación, significa que lo único que la sostenía era la energía que solo tú dabas para mantenerla. Eso no es amor, es apego. ¡Es dar una oportunidad a quien no lo merece! Tú mereces mucho más. Lo más valioso que tienes en tu vida es tu tiempo y energía, ya que ambos son limitados. A las personas y cosas que le des tu tiempo y energía, definirá tu existencia. Cuando te das cuenta de esto empiezas a entender por qué estás tan ansios@ cuando pasas tiempo con personas, actividades o espacios que no te convienen y no deben estar cerca de ti. Empezarás a darte cuenta que lo más importante que puedes hacer por ti mism@ y por tod@s los que te rodean, es proteger tu energía más ferozmente que cualquier otra cosa. Haz de tu vida un refugio seguro, en el que solo se permiten personas “compatibles” contigo. No eres responsable de salvar a nadie. No eres responsable de convencerles de mejorar. ¡No es tu trabajo existir para la gente y darles tu vida! Te mereces amistades reales, compromisos verdaderos y un amor completo con personas saludables y prósperas. La decisión de tomar distancia con personas nocivas, te dará el amor, la estima, la felicidad y la protección que te mereces. – Anthony Hopkins
Nada mejor que un texto de Bert Hellinger para reflexionar sobre ello:
«Lo imperfecto es humano. No se sale del tiempo, porque aún le queda tiempo. Aún se convertirá en algo, todavía puede desarrollarse. Sólo lo imperfecto tiene futuro. El futuro le pertenece. Lo perfecto carece de futuro. Está anquilosado.
Lo imperfecto tiene fuerza. Quiere algo todavía. Hay tensión en él. Y atrae lo ajeno. Aún necesita algo, depende del tomar y es por tanto la condición previa del intercambio y de la relación.
Para lo perfecto las relaciones se han acabado. Sólo mientras nos mantenemos imperfectos somos perfectamente humanos y tenemos futuro»
Os comparto esta charla profunda y estimulante, donde Baratunde Thurston revela el poder del lenguaje para transformar el sistema y escribir una realidad mejor.
Hoy os comparto un video muy interesante en el que Rita Pierson comparte sus experiencias como maestra. Nos recuerda que ningún aprendizaje significativo puede ocurrir sin una relación significativa.
Hoy os comparto un interesante vídeo donde Peter Joseph nos conduce a reflexionar sobre aspectos importantes de nuestros días como la forma en que actualmente «habitamos» el mundo.
Peter nos propone cambiar nuestra forma de pensar acerca de nosotr@s mis@s y del mundo si queremos progresar y resolver los problemas actuales.
Habla de como la simbiosis de la especie humana y la relación sinérgica de nuestro lugar en el mundo físico confirma que no somos entidades separadas en ningún aspecto. Por lo que está en nuestra mano decidir que acciones tomamos a partir de ahora.
Sir Ken Robinson nos habla en este vídeo de una capacidad que ha producido la más extraordinaria diversidad de cultura humana de emprendedores e innovadores, la imaginación.
Nos habla de la importancia de darnos cuenta de como algunas actuaciones que tenemos respecto a la educación no contribuyen a potenciar la imaginación sino a anestesiarla. Y comenta la necesidad de cambiar de paradigma, cuestionando todo aquello que damos por sentado.
«Hay tres tipos de personas en el mundo: los que son inamovibles, los que son movibles y los que se mueven » Benjamin Franklin